MOZAMBIQUE

Aventura y exploración

Desde las aguas del Índico hasta las dunas del sur, Mozambique es una llamada a la vida salvaje. Navega entre islas en un dhow tradicional en las Quirimbas, haz snorkel entre tortugas y tiburones ballena en Tofo.  Aquí, la aventura se vive al ritmo de la naturaleza, sin prisas, sin multitudes.

Un viaje para quienes quieren sentirse vivos y libres, lejos de lo convencional.

Playa y relax

Mozambique es un secreto guardado para quienes buscan belleza sin artificio. Despiértate en una villa sobre la arena blanca en Benguerra, duerme con las puertas abiertas al océano en Medjumbe o simplemente escucha el silencio en una isla donde no hay coches ni relojes.

Aquí, el lujo es la desconexión total. Y el descanso, una forma de volver a ti.

Cultura e historia

Mozambique es un país con alma. Y esa alma habla en portugués, swahili y ritmo africano. Fortalezas y callejones coloniales en Ilha de Moçambique, declarada Patrimonio de la Humanidad, o la historia silenciada de Ibo Island, donde las ruinas conviven con ceremonias ancestrales.

Un viaje que invita a escuchar y conectar con la historia profunda de esta tierra.

Impacto positivo

Explora el Parque Nacional Marino de Bazaruto con biólogos que trabajan por la protección del dugongo, participa en talleres de pesca sostenible en las Quirimbas o elige alojamientos que invierten en reforestación de manglares.
 

Viajar por Mozambique puede ser un acto de amor por el planeta si eliges con consciencia.

Gastronomía y enourismo

Cocinas de carbón, pescado fresco del día y especias que narran siglos de mestizaje. Saborea una matapa con marisco recién capturado en los mercados de Maputo, comparte una cena tradicional o prepara curry mozambiqueño con mujeres locales.

Cada plato es una historia, y cada encuentro, una forma de honrar las raíces de esta tierra costera.

Bienestar y naturaleza

Practicar yoga al amanecer frente al océano en las playas de Bazaruto,  un masaje con aceites locales en una cabaña abierta al Índico en Azura Retreats, o simplemente caminar descalzo por una isla.

 
Un viaje para quienes buscan reconectar con la naturaleza, con el silencio… y consigo mismos.